El ser humano lleva haciéndose preguntas desde que pisó la Tierra por primera vez. Los primeros descubrimientos científicos y tecnológicos estuvieron motivados por la necesidad de resolver problemas y responder a esas preguntas.
Una pregunta inquieta a la sociedad: ¿qué fue primero, la ciencia o la tecnología?
La pregunta es inquietante, porque ciencia y tecnología no son lo mismo. La ciencia es una actividad humana que produce conocimiento a través de la observación, la experimentación y el razonamiento; es cómo aprendemos sobre el mundo que nos rodea.
La tecnología es lo que creamos con ese conocimiento, es decir, cómo aplicamos nuestra comprensión de la naturaleza con fines prácticos, como hacer que las cosas funcionen mejor o resolver problemas (como encontrar agua).
La cuestión no es tanto cómo se relacionan la ciencia y la tecnología como si debemos esperar que una preceda a la otra (la respuesta es no).
El problema no es sólo semántico: hay dos conceptos erróneos sobre este tema que llevan a la gente por mal camino cuando intentan pensar seriamente en ello: en primer lugar, que todas las nuevas tecnologías deben basarse en descubrimientos científicos ya existentes; en segundo lugar, que la ciencia siempre conduce directamente a nuevas áreas de investigación, en lugar de limitarse a producir resultados que luego pueden aplicarse en otros lugares más adelante… ¡a menudo mucho más tarde!
El debate suele plantearse en términos de huevo y gallina, pero la respuesta es mucho más que eso.
El debate se plantea a menudo en términos de huevo y gallina, pero la respuesta es mucho más que eso.
La ciencia y la tecnología forman parte del mismo proceso y son interdependientes. No puede haber una sin la otra: son inseparables.
La rueda fue uno de los primeros inventos técnicos de la historia.
La rueda fue uno de los primeros inventos técnicos de la historia. Se inventó en Mesopotamia, región que hoy abarca partes de los actuales Irak, Irán y Turquía.
La invención de este sencillo artilugio permitió a las personas mover objetos pesados con más facilidad que si los llevaran a hombros o los arrastraran tras de sí.
Esto hizo posible que los humanos transportaran mercancías a distancias más largas y a través de terrenos difíciles como montañas o desiertos arenosos.
El uso de carros para el transporte no se limitaba únicamente a los viajes por tierra; también hay pruebas arqueológicas de que ya existían vehículos acuáticos en el año 4000 a.C. (antes de la era común).
Los primeros avances tecnológicos estaban motivados por la necesidad de resolver problemas.
Según Merriam-Webster, la tecnología es «la aplicación del conocimiento científico con fines prácticos». La tecnología existe desde la prehistoria.
De hecho, algunos de nuestros avances tecnológicos más importantes están motivados por la resolución de problemas que existen desde hace miles de años.
- La rueda se inventó hacia el 3500 a.C. como medio para transportar cargas pesadas por tierra, sobre todo en la agricultura y las explotaciones mineras.
- Alrededor del 2500 a.C. se inventaron los arados para ayudar a los agricultores a cultivar de forma más eficiente, de modo que pudieran producir más alimentos y alimentar a sus familias mejor que antes (y alimentar también a todos los demás).
- Las norias se empezaron a utilizar en Europa hacia el año 1000 a.C. para aprovechar la energía del agua corriente y poder accionar molinos u otras máquinas sin tener que recurrir en todo momento a la mano de obra animal, lo que les permitía no sólo una mayor productividad, sino también flexibilidad, ya que no necesitaban trabajadores disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, como los animales de granja.
Todas las tecnologías tienen una base científica asociada.
Todas las tecnologías tienen una base científica asociada. La base científica de la tecnología es a menudo más importante que la propia tecnología, porque puede aplicarse a otros usos y situaciones.
La rueda, por ejemplo, se inventó como solución a un problema: ¿cómo transportar mercancías pesadas a largas distancias? Más tarde se descubrió que esta idea también podía utilizarse de otras formas (por ejemplo, las ruedas de los coches).
Podría decirse que tanto la ciencia como la tecnología surgieron de la necesidad de la humanidad de plantearse preguntas.
Podría decirse que tanto la ciencia como la tecnología surgieron de la necesidad de la humanidad de hacerse preguntas.
Mientras que la ciencia es un proceso para comprender el mundo, la tecnología es una aplicación de ese conocimiento, una forma de cambiarlo.
La tecnología puede utilizarse para mejorar la ciencia, pero también es por sí misma una poderosa herramienta con muchas aplicaciones en la vida cotidiana.
A menudo pensamos que la ciencia está separada de la tecnología: los científicos trabajan en laboratorios desarrollando teorías sobre el funcionamiento de las cosas; los ingenieros utilizan esas teorías y otros datos (como mediciones) para diseñar y construir máquinas o sistemas que realicen tareas específicas.
Sin embargo, esta distinción no siempre es clara; hay muchos casos en los que la investigación de una persona puede conducir directamente al esfuerzo de desarrollo de otra (por ejemplo, un astrónomo que descubre nuevos planetas puede colaborar con ingenieros que diseñan naves espaciales capaces de viajar por el espacio).
Conclusión
La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla como parece. Los primeros avances tecnológicos estuvieron motivados por la necesidad de resolver problemas, pero todas las tecnologías tienen una base científica asociada.
Podría decirse que tanto la ciencia como la tecnología surgieron de la necesidad de la humanidad de plantearse preguntas sobre cómo funcionan las cosas y cómo pueden mejorarse.
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