La fotosíntesis es un importante proceso biológico que permite a las plantas, las algas y algunas bacterias sintetizar materia orgánica.
Pero ¿sabías que la fotosíntesis no es sólo cosa de las plantas? Hay una gran variedad de organismos verdes (e incluso no verdes) que pueden realizar la fotosíntesis.
El océano es especialmente rico en organismos fotosintéticos, incluidos muchos tipos de algas, plancton y otras criaturas marinas.
El proceso fotosintético permite a estos organismos aprovechar la energía de la luz solar y convertirla en materia orgánica.
La fotosíntesis no es sólo cosa de plantas
La fotosíntesis no es sólo cosa de las plantas. Muchos animales pueden realizar la fotosíntesis, incluidos invertebrados como las babosas de mar y otros organismos marinos que viven en el océano.
La fotosíntesis es especialmente frecuente en el océano, donde muchos tipos de animales pueden realizar la fotosíntesis.
Los invertebrados como las babosas de mar, los gusanos tubícolas y los corales son capaces de realizar la fotosíntesis porque contienen cloroplastos.
Estas estructuras especializadas dentro de sus células les permiten utilizar la luz solar para crear moléculas ricas en energía que pueden emplear para crecer y sobrevivir.
Existe una gran variedad de organismos verdes que pueden realizar la fotosíntesis.
Existe una gran variedad de organismos verdes que pueden realizar la fotosíntesis.
Entre ellos se incluyen animales como la babosa marina Elysia chlorotica y la mosca Synthemisto majusculus; plantas como las del género Chlorogalum (también conocidas como bulbos de «anís estrellado») y Oedogonium sp.; ¡incluso algunos hongos como Cordyceps sinensis!
Todos estos organismos han evolucionado para utilizar la energía luminosa absorbida por sus huéspedes como fuente adicional de alimento o nutrición.
La fotosíntesis es especialmente frecuente en el océano, donde muchos tipos de animales pueden hacerla.
La fotosíntesis es especialmente frecuente en el océano, donde muchos tipos de animales pueden realizarla.
Algunos animales utilizan la fotosíntesis para producir alimentos para sí mismos y sus crías, mientras que otros la emplean para sobrevivir en aguas profundas y oscuras.
Algunos animales son capaces de realizar la fotosíntesis utilizando la luz que se refleja en sus huéspedes.
Algunos animales son capaces de realizar la fotosíntesis utilizando la luz reflejada por sus huéspedes. Esto se conoce como relación simbiótica, o asociación entre dos organismos de especies diferentes que beneficia a ambos.
La fotosíntesis es el proceso por el que las plantas y algunas bacterias utilizan la energía de la luz solar para convertir el dióxido de carbono (CO2) en azúcares.
También es una de las reacciones químicas más importantes de la Tierra porque impulsa la vida tal y como la conocemos.
Por ejemplo, algunos tipos de algas viven en el intestino de ciertos invertebrados marinos y utilizan los tejidos de sus huéspedes como fuente de alimento y refugio. A cambio de prestar estos servicios, las algas reciben nutrientes como dióxido de carbono y compuestos nitrogenados producidos por el hospedador durante los procesos de digestión.
Algunos animales pueden incluso obtener energía de las células sanguíneas de su huésped.
Algunos animales pueden incluso obtener energía de las células sanguíneas de su huésped.
Los insectos, como las hormigas y las termitas, mantienen una relación simbiótica con unos protistas unicelulares llamados zooxantelas que viven en su interior.
Estas algas proporcionan oxígeno al insecto a cambio de refugio y alimento (dióxido de carbono).
La relación está tan consolidada que, cuando una hormiga muere, se cree que su cuerpo puede ser utilizado por nuevas zooxantelas para realizar la fotosíntesis.
Muchos animales son capaces de realizar la fotosíntesis en sus células para convertir la luz solar en energía.
La fotosíntesis es un proceso químico mediante el cual las plantas, algunas bacterias y las algas convierten la luz solar en energía química.
La fotosíntesis se produce en dos etapas: las reacciones dependientes de la luz (RLD) y el ciclo de Calvin.
En la primera etapa, los pigmentos presentes en las membranas tilacoides de los cloroplastos, como la clorofila, absorben los fotones, lo que provoca la excitación de un electrón que pasa de su estado básico a un estado excitado.
El electrón excitado pasa a lo largo de una cadena de aceptores de electrones dentro de cada membrana del tilacoide hasta que alcanza el NADP + , que lo devuelve a su estado de reposo mientras libera ATP como producto de desecho.
Además de producir ATP, el dióxido de carbono y el agua se utilizan como sustratos para esta reacción; el resultado final es glucosa más gas oxígeno (O).
Conclusión
Hay muchos tipos de animales que pueden realizar la fotosíntesis. Algunos utilizan la luz del sol, otros la de sus huéspedes.
Puede parecer una característica poco habitual en un animal, pero tiene sentido si tenemos en cuenta lo extendida que está la fotosíntesis en la naturaleza y lo importante que es la luz solar como fuente de energía para todos los seres vivos.