Los accidentes cerebrovasculares son una de las principales causas de discapacidad en Estados Unidos y en todo el mundo. Cada año se producen más de 795.000 derrames cerebrales en Estados Unidos. Es decir, aproximadamente uno cada 40 segundos.
La buena noticia es que muchos tipos de ictus pueden prevenirse siguiendo los consejos del médico, comiendo alimentos sanos y haciendo ejercicio con regularidad.
Pero también hay otros factores de riesgo que escapan a su control -como los antecedentes familiares o la edad- y que pueden aumentar sus probabilidades de sufrir un ictus. Saber qué causa un ictus puede ayudarle a tomar medidas para reducir su riesgo.
1. Fumar
El tabaquismo es una de las principales causas de ictus. El tabaco puede provocar la formación de coágulos en las arterias, que pueden llegar hasta el cerebro y bloquear el flujo sanguíneo.
Fumar también aumenta el riesgo de padecer hipertensión, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ictus. De hecho, fumar aumenta en un 30% el riesgo de sufrir un ictus isquémico.
La buena noticia es que si se deja de fumar antes de los 40 años o en los 10 años siguientes, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares disminuye considerablemente con el tiempo: ¡a la mitad en los 20 años siguientes!
2. Hipertensión arterial
La hipertensión es un importante factor de riesgo de ictus. La hipertensión puede estrechar u obstruir las arterias que suministran sangre al cerebro, provocando un ictus.
También puede dañar las paredes de las arterias y hacerlas más propensas a la rotura (5).
La aterosclerosis es otra afección que aumenta el riesgo de ictus; se produce cuando se acumula placa en las arterias con el paso del tiempo, lo que las hace más estrechas y dificulta el paso de la sangre (6).
3. Fibrilación auricular (FA)
- Fibrilación auricular (FA)
La fibrilación auricular (FA) es un tipo de latido cardíaco irregular que hace que las cavidades superiores del corazón (las aurículas) tiemblen en lugar de bombear sangre.
La FA puede provocar coágulos sanguíneos y, posteriormente, un ictus, que se produce cuando una o varias arterias que conducen al cerebro se bloquean por un coágulo.
4. Diabetes y prediabetes
La diabetes y la prediabetes son causas frecuentes de ictus. La diabetes duplica o triplica el riesgo de ictus, y puede controlarse con dieta y ejercicio.
Si tiene diabetes, hágase controlar periódicamente los niveles de glucosa en sangre por su médico.
Esto puede ayudar a prevenir complicaciones como cardiopatías, enfermedades renales, enfermedades oculares (retinopatía), neuropatías (daños en los nervios) y amputación de miembros por mala circulación en pies o piernas.
5. Consumo excesivo de alcohol
- Consumo excesivo de alcohol
Beber demasiado alcohol puede provocar hipertensión y enfermedades hepáticas, que aumentan el riesgo de sufrir un ictus.
También aumenta el riesgo de cardiopatías, que son la principal causa de muerte por ictus. Beber demasiado se asocia al aumento de peso, lo que aumenta las probabilidades de padecer diabetes o hipercolesterolemia, otras dos causas potenciales de ictus.
El abuso de alcohol también se ha relacionado con cánceres como el de esófago y el de boca (que afecta a los labios).
6. Colesterol elevado
- El colesterol alto puede provocar un ictus.
- El colesterol es una sustancia grasa que puede acumularse en las arterias y aumentar el riesgo de cardiopatía e ictus.
- Tener el colesterol alto aumenta el riesgo de ictus en aproximadamente 1/3 en comparación con las personas con niveles normales (menos de 5 mmol/L).
7. Enfermedad de la carótida u otras arterias
La enfermedad de las arterias carótidas es una afección que se produce cuando las arterias del cuello (arterias carótidas) se estrechan u obstruyen, lo que puede provocar un ictus.
Las arterias carótidas suministran sangre al cerebro a través de dos grandes vasos sanguíneos denominados arterias carótidas internas.
La enfermedad de las arterias carótidas suele estar causada por la acumulación de placa en las paredes internas de estas arterias.
La placa se compone de depósitos de grasa y calcio que se acumulan con el tiempo, haciendo que se estrechen más de lo normal.
Si tiene el colesterol alto o diabetes esto puede aumentar su riesgo de desarrollar aterosclerosis -un tipo de acumulación en los vasos sanguíneos llamada placa-y estrechamiento de las paredes internas de las carótidas, así como de otras arterias de todo su cuerpo, incluidas las que suministran el flujo sanguíneo a ambos lados de cada hemisferio en diferentes puntos de su longitud justo por debajo de donde se cruzan cerca de donde entran en la base del cráneo a lo largo de toda su longitud hasta alcanzar los extremos distales donde salen a través de aberturas entre los cuerpos vertebrales formando curvas cerradas antes de entrar en el cráneo donde terminan justo por encima del conducto auditivo externo abriéndose en la superficie justo por debajo de la superficie de la piel formando protuberancias llamadas meatos auditivos externos (orejas).
8. Antecedentes familiares
- Antecedentes familiares
Los antecedentes familiares son un factor de riesgo de ictus. Si tiene antecedentes familiares de ictus, tiene más probabilidades de sufrir uno usted mismo.
Esto es especialmente cierto si sus familiares tuvieron su primer ictus antes de los 55 años.
9. Raza o etnia
- Raza y etnia. Existen diferencias raciales en el riesgo de ictus. Los afroamericanos tienen un riesgo mayor que los blancos, mientras que los hispanos y los asiáticoamericanos tienen un riesgo menor que los blancos. Los nativos americanos tienen un riesgo mayor que los blancos, pero esto puede deberse a la dieta más que a la genética o la raza.
- Edad
Los accidentes cerebrovasculares se producen con mayor frecuencia después de los 65 años; sin embargo, pueden ocurrir a cualquier edad, desde la infancia hasta la vejez (incluso hasta los 80 años).
De hecho, los accidentes cerebrovasculares son la tercera causa de muerte entre las personas menores de 50 años; ¡aproximadamente la mitad de estas muertes se producen antes de los 45 años!
Conozca los signos de un ictus, ¡porque el tiempo es cerebro!
Si usted o alguien que conoce presenta alguno de los siguientes signos y síntomas, busque atención médica inmediata:
- Entumecimiento o debilidad repentinos en un lado del cuerpo.
- Confusión repentina, problemas para hablar o dificultad para entender a los demás cuando hablan.
- Dificultad repentina para ver con uno o ambos ojos. Puede tratarse de un problema de lenguaje que le dificulta entender lo que le dicen (como cuando oye palabras pero no sabe lo que significan). También puede significar que hay algún problema en la forma en que el cerebro procesa la información visual procedente de los ojos (como no poder ver con claridad, como si todo lo que le rodea estuviera nublado o borroso; ver manchas; visión doble (cuando dos imágenes se superponen); pérdida de la visión periférica (la capacidad de ver cosas a ambos lados); puntos ciegos en los que no aparece ninguna imagen; etc.).
Conclusión
Un ictus es una urgencia médica que puede ser mortal. Es importante conocer los signos de un ictus y pedir ayuda inmediatamente si cree que alguien puede estar sufriéndolo.
Si te preocupa el riesgo de sufrir un ictus, habla con tu médico sobre cómo reducirlo.
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